lunes, 21 de diciembre de 2009

Punto final.


Está terminando el año, tiempo de reflexión para muchos, de felicidad para algunos, de tristeza para otros, de melancolía para unos cuantos.

Con el fin de año se terminan muchas cosas, pero empiezan muchas otras, y eso, está bueno.

Pero dejemos de lado fin de año, que todavía nos falta que llegue Papá Noel.

Esta vez, prefiero hablar de otro fin, de otro cierre, que tiene que ver con el año, pero no de una etapa en general sino de otra un poco más específica.

Terminar, cortar, cerrar una relación. Y viniendo de mí y siendo que lo estoy publicando, por supuesto que hablo de una relación amorosa, sexual, de “compañeros de clase”, de amigos con derecho, o del poco derecho a algo.

Como siempre me gusta empezar con una definición, vamos a ver qué se dice acerca de esto, porque hay muchos resultados, y supongo que cada uno tiene su sentido. Vamos a ver cuáles son las que a mí, me parecieron más interesantes y más acertadas para esto.

cerrar

  1. Asegurar algo con una cerradura para que no se abra o para impedir que algo o alguien entre o salga de su interior.

Sí, supongo que quiero cerrar esto con una cerradura, que no quiero permitir que se vuelva a abrir, y que no me interesa que vuelva a salir a flote, porque eso, haría que vuelva a entrar ese que dejé ir.


2. Cicatrizar una herida:
.No siempre uno termina lastimado, eso es claro. Muchas veces las cosas se terminan por otros motivos y está todo bien igual. Es una cagada creer que Calamaro tiene razón cuando dice que “todo lo que termina, termina mal”. Pero siendo que esta etapa que yo cerré sí me dejó no una sino varias heridas, supongo que cicatrizar estaría bueno. Nadie dice que es fácil, pero se puede. Después de tantos golpes soy una convencida de que se puede igual, que la toalla no hay que tirarla nunca y que por más arruinada que este, hay que seguir cargandola con orgullo, porque de eso se trata.

La herida queda, siempre. Cuando te lastimás, la marca se ve. Hay golpes un poco más chicos, experiencias menos jodidas, de esas que sólo te dejan un moretón y que después con un poco de tiempo ya ni se ven. Pero las que son más profundas, no te las olvidas nunca, siempre las ves. La cicatriz es eso, es el testigo que quedó de todo lo que pasó, es la prueba de que ahí, hubo algo. Y lo copado, es el día de mañana poder verlas, y sentirse felices de que hayan quedado así de cerradas, sentirse orgulloso de que sólo nos comimos unos puntos pero que no nos tuvieron que apuntar, porque pudimos cicatrizar bien.


3. Poner término a una cosa:

Decir basta, hasta acá llegué, hasta acá me la banco, acá la termino.

No seguir dando vueltas con el asunto, no buscar siempre “una vuelta de tuerca más”.

Es verdad que uno nunca sabe cómo pueden terminar las cosas. Es verdad que yo no sé que podría pasar mañana, no sé si la historia virará para otro lado. Pero sé lo que quiero hoy, y esto, no se parece en nada a eso.

Por eso QUIERO cortar acá.

Eso es lo más importante, QUERER. Porque si uno no quiere, de nada sirve hacerlo. Si te vas a dejar llevar por lo que te dicen que está bien o mal, cagaste hermano. Acá la cosa es que vos tengas ganas de gritar a los 4 vientos BASTA.

Hay quienes aseguran que es mejor ver "grises", a mi me gustan los extremos, los grises nos confunden y la confusión lleva a probables equivocaciones.

"O me hacés bien o me hacès mal", no hay lugar para sollozar con lagrimas, acá no hay arco-iris naciendo por dentro,

¿En que cielo la lluvia junto con el sol nos encandiló con sus colores?

La tristeza y la alegría, acá adentro no iluminan el lugar, lo van devastando paulatinamente.


Y puede que me hagas bien, pero si me hacés mal a veces está bueno

ser un poco egoísta y decidirnos a dejar de patear mierda,

y ponerle los puntos a todas las íes, hacernos valorar y cantar un "pido gancho".



Hoy pido gancho de vos, ¡no juego más a las escondidas che!,

a mí me gusta la rayuela: tierra12345678910:CIELO. ¡Y qué cielo! ¿Ahora ves?

TODO PASA.



Au Revoir

domingo, 13 de diciembre de 2009

“Como toda señorita eras bien histeriquita…”


Por qué carajo a los hombres les caben tanto las minas histéricas? Perdón que sea tan malhablada, pero la verdad, no lo entiendo. Hay que reconocer que a las minas más guachas, a las más vuelteras, a las más jodidas y a las más engatusadoras (sí, algo de gatas deben tener), siempre les va mucho mejor que a las buenas, copadas y frontales.

Yo no soy un pan de dios, no soy la Madre Teresa ni me interesa serlo. Pero lo que sí no puedo llamarme, es histérica. No me sale, no es algo que esté en mi naturaleza, y a veces me lo tengo que lamentar. Porque claro, a muchos hombres (no quiero generalizar, cualquier parecido a eso es pura coincidencia…posta) no entiendo todavía la razón, pero les van las minas más vuelteritas.

Las que no responden los mensajes, las que no les atienden el celular, las que les dicen que no cada vez que las invitan a salir… esas son las que más les gustan. Supongo que será también por esa cuestión de que siempre queremos lo que no tenemos o podemos tener… no?.

Me he encontrado en una situación en la que un pibe me dijo: sabés cual fue el problema? Que vos siempre me dijiste que sí, que si yo te decía de salir, aceptabas, que si yo te llamaba, me atendías, que si yo te preguntaba algo por mensaje, me lo respondías…que mostrabas interés. Entonces yo digo, pregunto…Y? Eso acaso es malo? Porque si es así, estamos al horno.

Si yo no lo hubiera hecho, acaso hubiera sido diferente? Si yo hubiera sido un poco más hija de puta y te hubiera hecho “sufrir” o hacerte esperar un poco, me hubiera ido mejor? La verdad, que si la respuesta es afirmativa, me alegro mucho de haber terminado esto.

Por qué si tengo ganas de estar con alguien no puedo en vez de hacer todo el juego del gato y el ratón, aceptar de una y no darle tantas vueltas al laberinto?

Reconozco que he escuchado de más de uno (y una también, por qué no decirlo) la frase: “está bueno un poco de juego previo, de histeriqueo. Yo no lo comparto, lo entiendo, lo puedo aceptar como forma de enganche para algunos, pero no lo comparto.

Simplemente porque no me sale, eso es claro. Obviamente que no niego que a la mayoría de las personas, o al menos a la mayoría con la que yo me he encontrado, es algo que se hace sin siquiera pensar, pero a mí ni siquiera me sale.


Vivimos rodeados de situaciones como por ejemplo él o ella que gustan de otro que está de novio, y cuando por fin corta, les deja de gustar. O, él está caliente con ella y ella con él pero cuándo alguno se anima a dar el paso la respuesta es: me parece que no da...

QUÉ ES LO QUÉ NO DA?! ME PODÉS EXPLICAR PARA QUÉ TANTA CANTADA DE NÚMEROS SI AL FINAL NUNCA VAS A DECIR BINGO?!


Si me gusta alguien, intento entablar una conversación hasta que salga el momento de ver cuándo nos encontramos a tomar una cerveza, trato de no dilatar el encuentro simplemente porque no me interesa. Si me dice de salir, acepto, si me manda a la mierda, pongo eliminar. Es simple, es movistar. Si no me gusta, se lo digo, si me gusta, también.

Brindo por la que no espera que la llamen, sino que ella llama e invita a salir.

Brindo por las que no queremos convertirnos en histéricas vuelteras y preferimos seguir manteniéndonos en este perfil de ser frontales y hacer lo que queremos.

Brindo por las mujeres que derrochan simpatía.



Y no sé a vos, pero a mí dar tantas vueltas en la calesita para finalmente irme sin agarrar la sortija, no me va.



Au Revoir ♫