sábado, 31 de octubre de 2009

Prometo serte fiel para toda la…NO!


La infidelidad es algo que siempre me llamó la atención. Es una cuestión que nunca logré entender y mucho menos logré encontrar alguna mínima justificación válida para esta.
Quizás es más que nada, por el hecho que siempre había visto este tipo de actos en las novelas, pero nunca creí que en el mundo real donde no todas somos diosas venus ni todos los mecánicos están más buenos que choripán en la costanera, pudiera pasar.
Pero sí, de hecho, pasa. Y bastante seguido.
No viene al caso contar las infidelidades que viví de cerca ni mucho menos quiénes fueron los protagonistas (cuando uno tiene un blog y sabe muchas cosas, la gente empieza a respetarte (?) ). Pero sí me interesa hablar del acto en sí.

Entonces, qué significa ser infiel? Bueno, partamos de la base que infiel, es claramente, NO ser fiel. Y fiel, significa tener fe, significa creer. Okay, ahora, ser infiel significa: no creer, no tener fe. En qué no cree? No cree que en su pareja pueda encontrar lo que está buscando. Esa es la infidelidad.
Por eso, lo va a buscar a otro lado.
Bucay dice que el que es infiel, no le es infiel al otro, sino a su vínculo de pareja. Bueno, sí, la cagada es que ese vínculo de pareja lo tenés con ese otro…y entonces…en fin.
Pero… qué es lo que está buscando el que es infiel? Bueno, yo supongo que busca algo que no encuentra en su pareja. Pero entonces… si mi pareja no tiene algo que yo quiero, la solución es ir y buscarlo en otro lado? COPADO.
No, quiero pensar que no es así. Y claro, no generalizo y estoy más que segura que no todos son Jude law ni Diane Lane.
Hay dos formas de reaccionar ante lo que no encuentro en la otra persona. O me dejo de joder pensando en eso y me resigno. O, claro, lo busco y me cago en el otro. Pero por supuesto, tengo que saber que si elijo la opción nº2, corro los riesgos que implican no creer en la pareja que armé.

De todas maneras, no soy la santa Tatiana y no reniego de la realidad. Obviamente sin necesidad de estar buscando una nueva vida (como vemos en las infidelidades en esas novelas de la tarde) uno puede simplemente ver a alguien en la calle y sentir deseos de encamarse.
Hay que ser muy estúpido para pensar que nuestra pareja es la única que nos puede calentar o la única hermosa entre todas.
Claro que puedo encontrar otras personas que me resulten atractivas.
Ahora, voy a ser yo el que después decida qué hago con esas fantasías.
Es un tema de elecciones.

Yo sé que en el mundo hay hombres más altos, más románticos y más inteligentes que mi novio (SÍ, ESTOY HABLANDO HIPOTETICAMENTE). Y él, sabe que hay mujeres con mejor culo, más diosas y menos rompe pelotas que yo.
Los dos sabemos esto. Lo que pasa, es que yo no dejo de tener una aventura porque me lo prohíbe mi estado civil, sino porque YO lo decido.
Osea, yo puedo sentir calentura, atracción, seducción, etc. por otra persona, no puedo evitar eso. Pero sí puedo evitar lo que hago con eso, eso sí es mi decisión.

Eso es lo copadisco de la fidelidad. Saber que el otro en realidad, puede acostarse y tener una relación con quien se le cante, y yo lo mismo, por eso, es tan valioso que se acueste conmigo.


Au Revoir ♫

jueves, 29 de octubre de 2009

Fifar, coger, hacer el amor.


Hola, vamos a desmitificar algunas creencias que hemos heredado sobre nuestra sexualidad, dale?. (Gracias Jorgito Bucay por esto).

1º: "El sexo saludable, pleno, disfrutable y no sé cuántos “ables” más, tiene que venir por fuerza ligado al amor."

Es una idea que me parece interesante, falsa, pero interesante.

Tanto ligamos el sexo al amor, que hablamos de “hacer el amor” como si fuera un sinónimo de encuentro sexual. Y la verdad, es que no son sinónimos ni por cerca (Ésta es para vos!).

Entonces vamos a nuestra primera conclusión:

El sexo es una cosa y el amor es otra.

Si bien es cierto que pueden venir juntos, a veces no es así.

No necesariamente la sexualidad viene con el amor.

No necesariamente el amor conlleva sexualidad.

Es decir, que el sexo, no necesita incluir al amor para ser verdadero.

Yo puedo elegir incluirlo.

Uno puede decidir que ésta es su manera de vivir el sexo y el amor, y es una decisión personal. Pero no es una decisión genérica, válida para todos.

Para mí hay tres maneras de referirse a la relación sexual.

Entonces, me gusta decir que vale la pena -para saber de qué hablamos- diferenciar entre “fifar”, “coger” y “hacer el amor”.

FIFAR:

Es un sinónimo vulgar y simpático de tener un encuentro sexual intrascendente. Es descomprometido y de alguna forma deportivo. Es el hecho puro, concreto y mecánico de uno que vio pasar a otro y por alguna razón terminó en una cama.

El diálogo posible después e fifar sería:

Ella: I love you Darling

Él: ¿Lo qué?

Y nunca entendieron nada de lo que el otro estaba diciendo. Se encontraron pero no establecieron ningún vínculo, ningún diálogo verdadero. Puede ser placentero o displacentero, pero nada más.

Fifar es acostarse con un culo, con un auto, con una cara atractiva, con mi propia calentura del día. El otro es sólo un accidente, un un partenaire, alguien que cumple una función para que podamos tener un intercambio de fluidos.

COGER:

Coger, denota un modelo de vínculo donde no solamente se FIFA por deporte, hay más, hay un vínculo entre las personas, algo les pasa.

Este algo puede ser muchas cosas: afecto, simpatía, atracción trascendente, atracción fugaz, experiencia compartida, etc, pero hay necesariamente un vínculo establecido.

Se puede fifar con cualquiera, pero no se puede coger con cualquiera.

Para coger, hace falta involucrarse, tener un vínculo.

HACER EL AMOR:

Hacer el amor es coger cuando el vínculo que hay entre nosotros es el amor.

Si yo no amo, no puedo hacer el amor. Lo puedo llamar como quiera, pero no es un acto amoroso, y como no es un acto amoroso no es hacer el amor.

No tiene nada de malo coger sin hacer el amor.

No es mejor hacer el amor que coger.

No es mejor coger que fifar.

Son tres cosas diferentes y ninguna es mejor o peor que la otra. En todo caso, sería bueno saber qué estamos haciendo en cada momento, para esclarecer lo que no pasa. Y no creer que necesariamente para tener una actividad sexual hace falta hacer el amor. A fin de cuentas, es una decisión personal.

Que yo agregue cosas al hacer el amor para hacer la relación más completa, más trascendente, más intensa o más energéticamente movilizadora para mí, no quiere decir que coger no sea sexo ni que fifar no sirva.

Ninguna de las tres formas excluye la posibilidad de disfrutar.




Au Revoir ♫

martes, 27 de octubre de 2009

No te quiere, aceptalo de una vez.


Por qué será que siempre nos enganchamos con la persona que menos nos conviene o con esa que no nos quiere? Acá es donde concuerdo completamente con el diálogo de “The Holiday”.
Creo que lo hacemos porque en realidad, uno espera estar equivocado, entonces, cada vez que esa persona se manda una cagada o comete algún error que hace que te das cuenta que no es buena, preferís no hacer caso, y cuando después viene con un ramo de flores o se porta de la manera más linda con vos y te sorprende, vuelve a conquistarte y terminás por descartar la idea de que no te conviene.
Qué fácil que pasamos de un lado al otro no? Sí, así es.
Pero… es tan fácil darse cuenta cuando a uno no lo quieren? Alcanza con mirar al otro fijamente a los ojos para saberlo? Alcanza con preguntarle…o preguntarme?...porque si así fuera, cómo se explica entonces tanto desengaño?.
¿Por que la gente se defrauda tan seguido si en realidad es tan sencillo darse cuenta de cuanto les importamos o no les importamos a los que queremos? ¿Como puede asombrarnos el descubrimiento de la verdad del desamor? ¿Como pudimos pensarnos queridos cuando en realidad no lo fuimos? ¿Como no voy a entender que miles de personas vivan sus vidas en pareja o en compañía creyendo que son queridas por ese que no las quiere o por el que no las quiso nunca?
Yo creo que hay una respuesta muy simple a todo este alboroto sentimental. Y es que quiero, ambiciono y deseo tanto que me quieras, tengo tanta necesidad de que VOS me quieras, que quizás pueda ver en cualquiera de tus actitudes una expresión de tu amor. Tengo tantas ganas de creerme esa mentira, que no me importa que sea evidente su falsedad.
Pasa que claro, uno siempre trata de justificar de alguna manera las malas actitudes del otro con tal de encontrar una forma de quedarse tranquilo y contento con uno mismo, sin importar si en realidad se esta haciendo la película más taquillera de Tarantino en su propia mente.

El que tiene hambre, come. El que se quedó sin cigarrillos, sale al kiosco a comprar más. El que quiere llamar, llama. No parece tan difícil no? El que quiere llamar…llama. El que quiere decir…dice. El que quiere volver a vernos, dice “Quiero volver a verte” El que tiene interés en vernos…lo demuestra.

Pero claro, el ego de uno no permite aceptar este tipo de cosas, entonces entra a buscar justificativos como:

- No tuvo tiempo
- No tiene crédito (esta se zarpa, la pensamos todos)
- Recién pasó un mes desde que le mandé el mensaje, démosle tiempo.
- Debe estar matándose con el estudio.

Y la verdad? Si tuvo tiempo para comer, para ir al baño, para bañarse y para ir a visitar a la abuela que vive en Katmandú, pudo haber mandado un mail, levantar el teléfono o mandar alguna señal de humo.

Asique…BASTA de tanto justificativo. Esa persona, simplemente, no está interesada en vos.

Claro, hacete la viva ahora Tatiana, vos nunca lo justificaste de esa manera? Sí, por eso te lo estoy diciendo.


Au Revoir ♫

lunes, 26 de octubre de 2009

Estereotipate algo



La mujer se queda en casa cuidando a los hijos, el hombre sale a trabajar.

El hombre maneja, la mujer lava los platos y plancha.

La mujer es una histérica, el hombre es un creído y mujeriego.

El hombre es un capo, la mujer es una puta.

El pensamiento lateral como diría mi amiga Emilia Attias, acá no existe.

Las cosas son así o asa, uno hace una cosa y el otro hace la otra. Uno es de esta manera y el otro es lo contrario.

Porque claro, no existen mujeres que manejen bien, ni tampoco hombres que puedan ser fieles a sus parejas y ENCIMA DE TODO hagan los quehaceres de la casa.


No, así no. No funcionamos de esa manera, - en realidad – no pensamos que podría ser.

Dentro del papiro con consejos de amigas que mencioné en el post anterior con respecto a los pibes, se encuentra otro- que por supuesto- , no es menos importante que el anterior.

“ Vos no avances!, hasta que él no te diga de verse, vos no le digas nada! Nunca seas vos la que haga las cosas antes que él!”

Nunca me gustó ese consejo. Y no porque yo sea un salmón que siempre va contra la corriente (aunque puede ser que en la mayoría de los casos sí), sino porque sencillamente, me parece UNA PELOTUDES.

Si yo tengo ganas de llamar a un pibe, lo llamo y si tengo ganas de invitarlo a salir, también lo voy a hacer. Por qué? Porque tengo la mente abierta. No pienso que sea el hombre el que tenga que dar los primeros pasos (aunque eso es súper copado y se siente bien) y menos que menos que la mujer tiene que responder solamente y nunca cuestionar.


Pero claro, he aquí el problema cuando modificamos las cosas que están de alguna manera establecidas:

Si yo lo llamo, es porque me reeeeee gusta y lo amo y me quiero casar. Ni hablar si le digo de salir, ahí, ya directamente es porque quiero tener 5 hijos con sus ojos.

Pero, si él es el que llama… ah! Eso está muy bien! Pero…somos mujeres, y claro, lo primero que pensamos cuando lo hace es: seguro que quiere verme hoy para sacarse la calentura.

Porque claro, al revés nunca puede ser no? Yo no puedo llamarlo sólo porque tengo las hormonas revueltas y quiero pasar una buena noche, ni él me puede llamar porque le gusté, le caí simpática y me quiere volver a ver.

Nono, si él me llama es porque quiere garchar y si yo lo llamo es porque me enamoré.



Estos estereotipos que tienen ciertas personas, deberían estar prohibidos en la Constitución. Van a ver cuánto más libres se sienten si los empiezan a descartar.




Au Revoir ♫

domingo, 25 de octubre de 2009

Censura sentimental


Uno de mis mayores problemas desde que tengo memoria, es que conozco demasiado y de una manera que asusta a más de uno, el funcionamiento de la mente masculina.
Pero... ¿Cuál es el problema ? Eso es genial! Te re sirve boluda no te pueden chamuyar nunca!! EXACTO LOCA! No me pueden chamuyar nunca! Te parece bueno eso? A veces necesitamos toda esa boludes mentirosa e inocente- o no tanto - en nuestras vidas! No es lindo a veces creerse toda esa sarta de frases trilladas del tipo: Nunca me pasó algo así, sos una mina re madura, no te pude llamar porque justo vino Winnie Pooh a pedirme un tarro de miel, me re quedaría a dormir pero mañana tengo un almuerzo familiar(y encima vinieron mis primos de Alaska a visitarnos!), etc...?
Sí, a veces está bueno, no lo niegues chiquita.

Pasa que claro, el problema principal, a mi entender, radica en otro lado. A partir del momento en el cual te gusta un flaco,tus amigas empiezan a sacar los papiros con consejos, siendo este primer consejo el principal e inmaculado:
"Hacete la difícil, nunca le demuestres tanto porque lo vas a asustar"
Por qué?!! Por qué tendremos que funcionar de esa manera? Es decir, claramente que la primera vez que salga con un pibe no le voy a decir: "Che loco mirá, la cosa es así: yo estoy buscando una pareja estable asi que decime desde ahora qué estás buscando vos así no pierdo el tiempo".
No, más vale que no le voy a decir eso. Más teniendo en cuenta que yo hasta ese momento sólo sé que es un re fachero, pero no tengo ni la más puta idea de cómo es personalmente y menos que menos en una relación. Por lo tanto claro, antes que nada, voy a querer conocerlo.
Volviendo al tema... lo que quiero tratar de decir, es que no encuentro un motivo racional por el cual uno tendrá que ser tan cuidadoso de qué decir o no decir o qué hacer o no en cada encuentro/charla con la otra persona.


A la mierda. Uno debería siempre expresar todo lo que sienta, mostrarse todo el tiempo como es y ser más espontaneo e impulsivo. No reprimir comentarios y/o sentimientos sólo por miedo a cómo va a reaccionar el otro.
-Eso sí, en tu primer encuentro trata de no hablarle de cuántos hijos queres tener o de qué color querés que sean los manteles de tu casamiento-.


Au revoir ♫

Resumen.-

Okay, después de varios intentos, tengo que admitir que la verdad es que no tengo ni la más mínima idea de cómo se empieza una entrada a un blog. Por eso, voy a tirar la mayor frustración de mi vida así sin más preámbulos...la razón principal de mi blog - y basicamente - de toda mi adolescencia...ESTOY HARTA DE ESTAR SOLA.
Pero claro, a qué me refiero con "estar sola" ? Bueno, cuando hablo de estar sola, no me refiero a llegar a casa y no tener un perro boludo que me festeje la llegada, ni me refiero a una familia que no me quiera ni a un trabajo en el cual tenga que estar apartada de la sociedad sin tener contacto con nada más que una computadora y mis pensamientos.
Cuando hablo de estar sola, me refiero a: NO TENGO NOVIO, Y SÍ, ESO ME TIENE HARTA.
No me considero una Susanita, no soy la chica feminista que toda su vida soñó con el matrimonio perfecto, los 12 hijos, la casa con jardín y ser ama de casa.
No, no soy así. De hecho, soy todo lo contrario, pero sigo teniendo algo en común con esa rubiecita altanera: QUIERO ALGUIEN AL LADO.
A mis 20 años, todavía no puedo hablar de ninguna relación formal. No pude decirle a nadie: "gordo", no pude compartir el kilo de helado, no pude festejarle un gol a ningún pibe que no sea un amigo ni tampoco pude dormir abrazada a ninguna persona que al otro día no agarrara sus cosas y se fuera (o nisiquiera al otro día, eso, es lo peor).
En fín, en mi próximo posteo ampliaré más sobre: "Cosas que no disfruto porque no tengo novio", por hoy, creo que es suficiente resumen de mi vida (des) amorosa.

ACLARACIÓN: TODO ESTO VA CON HUMOR, SOY UNA PERSONA QUE SUELE EXPRESARSE CON IRONÍA, RIÉNDOSE DE SÍ MISMA.

Au revoir ♫